La Iglesia: Establecida para Edificar (Parte 1)
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Texto Principal: Efesios 4:16 (NVI)
“Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro.”
No fuiste salvo para sentarte, fuiste plantado para edificar la iglesia de Dios y dar a conocer Su gloria.
En este mensaje, el Pastor Roman Ramos nos recuerda que la iglesia local no es un lugar para la pasividad, sino un cuerpo vivo donde cada creyente aporta sus dones y compromiso para la edificación mutua. A través de Efesios 4:16, descubrimos que la salud, el crecimiento y el impacto de la iglesia ocurren cuando “cada parte está funcionando correctamente.”
Puntos Clave:
La Iglesia se edifica con la participación de todos:
Cada don cuenta y cada acto de servicio, por pequeño que parezca, es esencial para el crecimiento del cuerpo de Cristo.
Romanos 12:6-8 enseña que todos tenemos dones diferentes, dados por la gracia de Dios, para la edificación de Su Iglesia.
La sumisión promueve la unidad y el crecimiento:
Hebreos 13:17 y Filipenses 2:3-4 nos muestran la importancia de someterse a los líderes y servir con humildad.
Sin sumisión, no puede haber verdadera unidad. La humildad y el trabajo en equipo son fundamentales para edificar la iglesia en amor.
La Iglesia existe para glorificar a Dios y cumplir Su misión:
Efesios 3:21 nos recuerda que la Iglesia está diseñada para reflejar la gloria de Dios.
La Gran Comisión (Mateo 28:19-20) es la misión principal de la Iglesia, y cada creyente tiene un rol crucial en ella.
Reflexión Final:
La iglesia no es un edificio ni un programa; es un organismo vivo donde cada creyente, con sus dones y pasión, es vital para la obra de Dios. Fuiste plantado para edificar, no para quedarte al margen. Cuando aceptamos el llamado de servir con fidelidad, sumisión y amor, la Iglesia se convierte en la luz que el mundo necesita.